Introducción
La recuperación de un tramo del tranvía de sangre permite realizar un agradable paseo entre Sant Jordi de Cercs y Berga. El trazado nos adentra en zonas boscosas, con túneles y pasarelas de diferentes tipos (incluida una de cable de 35m).
La proximidad al embalse de la Baells ofrece muy buenas vistas de este espacio.
Un poco de historia ...
El tranvía de sangre de las minas de Fígols fue el primer ferrocarril minero del Berguedà. Fue construido por iniciativa del propietario de la empresa La Carbonera Española, Ramon Salvadó y Serra, un comerciante de Calaf. El ferrocarril servía para transportar el carbón de las minas de Fígols en Berga, desde donde se distribuía por el valle del Llobregat gracias al tren de vapor.
Comenzó a circular hacia el año 1871 y la línea se clausuró en 1904 con la llegada del tren de vapor a Guardiola, que asumió las funciones.
Este primitivo ferrocarril tenía una longitud de 14,5 km. Se trataba de un ferrocarril de tracción animal construido a imagen de los tranvías mineros ingleses del siglo XVIII. El ancho de vía era de 840 mm. Estas características lo convierten en una valiosa muestra cultural de la historia de la ingeniería industrial.
El carbón era transportado con vagonetas, pero también contaba con un vagón de dimensiones reducidas para pasajeros, Los convoyes circulaban sobre carriles de madera dotados de un pasamanos de hierro. La plataforma tenía una anchura de 2 metros.
El recorrido del ferrocarril comenzaba el collado de Santa Magdalena en las afueras de la ciudad de Berga, donde había una sencilla estación. Desde este punto descendía suavemente en dirección a Cercs, pasando por el Pla de Sant Jordi. Desde Cercs el ferrocarril proseguía en dirección a la mina de la Consolación, donde había otra estación.
La obra de fábrica comprendía muros de pared seca y sólo las cabezas de puente estaban relacionados con cemento. Los puentes eran de bóveda de piedra o palancas de madera. En todo el recorrido había una veintena de puentes y un único túnel (hoy desaparecido), el túnel del Gallo, llamado también de los Diez metros, pues esta era su longitud.
Al no disponer de túneles o trincheras importantes, ni de grandes viaductos, el trazado era marcadamente sinuoso. La línea del tranvía de sangre sigue el camino que marcan las curvas de nivel, de manera que todos los puentes son curvilíneos a fin de mantener la cota. La pendiente era muy bajo, del 5 por mil, excepcionalmente llano en una zona de montaña.
la ruta
La ruta se inicia junto a la escuela de Sant Jordi de Cercs. Aquí hay que coger la pista forestal, que marcha hacia el pueblo de Peguera. Muy pronto, habrá que dejar esta pista y tomar un sendero a mano izquierda que baja hasta encontrar el torrente de Peguera. Llegados a este lugar podremos apreciar las tres pilones que quedan del antiguo tren de Peguera que pasaba por encima y que servía para transportar el carbón que se extraía de aquel lugar.
La ruta sigue por el camino de la izquierda. A mano derecha dejaremos un senderos que sube a encontrar el camino de los Planos.
Un centenar de metros más adelante, dejaremos la traza del tren y tomaremos un camino a la derecha que nos llevará hasta la carretera de la Casanova de las Garrigues.
En este punto, había un puente que cruzaba el torrente de las Garrigues y que permitía que el tren continuara de plano. Desgraciadamente, este puente no se ha podido reconstruir y hay trepar por volver a bajar.
Una vez llegados a la carretera habrá seguirla abajo, hacia la izquierda durante un Km, la distancia justa que nos permitirá ponernos nuevamente sobre la antigua plataforma del tren que seguiremos.
Al llegar a la altura del túnel de Cercs en la carretera C-16 habrá desviarse de la boca subiendo unos escalones para volver a bajar y retomar nuevamente el camino.
Más adelante, habrá que volver a hacer una pequeña subida y bajada -en esta ocasión sin escaleras- para salvar un pequeño tramo del trazado que la construcción del talud de la antigua carretera estropeó y vamos a ir a desembocar en la misma carretera que seguiremos poco más de un kilómetro en dirección sur.
Al llegar a la vista de unas granjas sobre la carretera, tomaremos un camino a mano izquierda. Este camino desciende por unas suaves rampas y unos pocos escalones hasta encontrar nuevamente el trazado original de la vía del tren un poco más allá de la casa de la Tosa. A partir de aquí, entramos en la parte más bonita y bien conservada de este camino que sólo tendremos que abandonar en dos pequeños tramos para esquivar dos taludes de la carretera C-16. En el primer caso, salvaremos el talud con unos escalones de subida y bajada; en el segundo caso, lo haremos con unos escalones de subida y una pronunciada pendiente de bajada.
A partir de aquí sólo habrá disfrutar de las grandes obras de ingeniería que nos depara este itinerario: puentes, paredes de piedra en seco, ... algunos mejor conservados que otros, algunos más visibles y otros más escondidos hasta llegar a la carretera vieja de Cercs que, siguiéndola hacia el sur nos llevará hasta Cal Curriu, estación final de este trayecto y de la que aún podemos ver la estructura original.
Número de ruta: 52
Población: Cercs
Tipo: Fácil
Distancia: 9,200 km.
Tiempo aproximado: 3 hores
Altitud maxima: 810 m.
Desnivel acumulado: 50 m.
Cartografia: El Berguedà 1:50.000 i Berga 1:25.000 de l’Institut cartogràfic de Catalunya. Rasos de Peguera-Serra d’Ensija 1:25.000 de l’Editorial Alpina.
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