Visitas guiadas al núcleo Medieval de Bagà

Más allá del entorno natural, el pequeño núcleo de Bagà esconde una gran riqueza arquitectónica medieval y pasear por su Centro Histórico te hace revivir épocas pasadas. Es esta parte antigua, construida bajo el Palacio de los Pinós, la que acoge gran parte de los atractivos de la villa. Está resguardada por las antiguas murallas y es la única que conserva intacta la estructura urbana medieval tal y como fue diseñada y edificada por Galceran de Pinós allá por el siglo XIII. Durante el mes de julio se celebran en Bagà las fiestas medievales que te transportan aún con más facilidad en la Edad Media.

De los diferentes espacios de este núcleo antiguo uno de los más significativos es, sin duda, la Plaça Porxada o Plaça Galceran de Pinós, con edificios de notable antigüedad y donde se respira una calma profunda que te permite imaginar cómo ser un protagonista de capítulos vividos siglos atrás. En este sentido, también hay que destacar el Palacio de los Pinós, el centro señorial de la villa, situado en lo alto y que acoge el Centro Medieval y de los Cátaros y la Oficina de Turismo.

La iglesia parroquial de Sant Esteve, que se abrió a los aldeanos el 3 de agosto de 1339 para que tuvieran un lugar donde ir a misa pero que no se terminó de construir hasta un siglo más tarde, es un claro ejemplo de la transición del arte románico al gótico. El templo, junto con la Torre de la Portella, son dos de los otros atractivos de Bagà. Esta torre de vigilancia es, de hecho, uno de los símbolos de la villa medieval al ser el único resto de la antigua muralla que la rodeaba. Situada al final de la Plaça Porxada, cierra el núcleo histórico de la villa y saliendo por debajo de su arco se puede comenzar un paseo hasta otro de los lugares emblemáticos de Bagà, el puente románico y el río Bastareny. Este puente de estilo medieval tiene dos arcadas y es conocido como el puente de la villa.