La cocina del Berguedà es un exponente singular, sorprendente y magnífico de la cocina catalana de interior. Basada en una tradición de siglos, acabada de afianzar a finales del siglo XIX, ha sido capaz de renovarse y conservar al mismo tiempo su personalidad.

Se trata de una cocina sólida, de gustos contundentes y directos, de perfumes sutiles, de texturas y sabores ya casi olvidados. El secreto hay que buscarlo en la gran calidad de los productos que le regalan sus cultivos, huertos y bosques, en los métodos de cocción y en la paciente destreza de sus cocineros.

Los productos más singulares del Berguedà son los guisantes negros, el "blat de moro escairat" (tipo de maíz local) y las patatas de montaña.

Destacan nuestros ganaderos que trabajan para que podamos saborear la ternera, el pollo, el cordero de una calidad excelente con algunos sellos de calidad como la de Ganaderos de Montaña del Pirineo y también las certificaciones ecológicas.

A nivel de productos elaborados destacan los embutidos y los quesos así como las tortas de panadero y el pan tradicional, la miel, las mermeladas y las galletas y dulces.